El actor que interpretó al Power Ranger azul original, David Yost, es un sobreviviente de la terapia de conversión.
Es posible que muchos fanáticos del icónico programa infantil de los 90, Power Rangers, no sepan que David Yost, quien interpretó al Power Ranger azul original, es gay y un sobreviviente de la terapia de conversión.
Yost, quien interpretó a Billy Cranston en el exitoso programa infantil, ha hablado públicamente en el pasado sobre su terrible experiencia, que también incluyó presunto acoso en el set.
Sus declaraciones sobre la terapia de conversión surgen regularmente en las redes sociales como parte de la reacción en curso contra esta práctica bárbara: definida en términos generales como esfuerzos para cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona.
En 2018, habló sobre sus experiencias en una entrevista sin restricciones con Semanal de entretenimiento.
Describió cómo algunos miembros del equipo lo acosaron en el set de Power Rangers “porque era gay”, y dijo que este fue uno de los catalizadores que lo llevaron a ingresar a una terapia de conversión después de dejar el programa en 1996.
“Me sometí a una terapia de conversión porque no quería ser gay. Y realmente luché y luché y luché con eso”, dijo Semanal de entretenimiento.
Y en otra entrevista con una revista australiana dijo:
“Bueno, la terapia de conversión que había hecho de manera bastante religiosa durante dos años… desafortunadamente causó un ataque de nervios porque estaba trabajando activamente en contra de la verdad de quién era y mentalmente no podía soportarlo más”.
“Después de mi crisis nerviosa, me llevó años sentirme cómoda y ser realmente abierta conmigo misma. No fue un proceso de la noche a la mañana y tomó mucho tiempo estar feliz y cómodo”.
Sin embargo, dice que está feliz de haber llegado a un acuerdo con su sexualidad y recibe muchos correos de fanáticos LGBTQ+, quienes dicen que los ha ayudado al ser tan abierto sobre sus experiencias.
“Recibo cartas todos los días a través de las redes sociales de personas que me dicen: ‘Muchas gracias por salir del armario, me has dado el valor para salir del armario, gracias por compartir tu historia’.
“Esas cosas me han sucedido y ustedes me han dado confianza para enfrentar a las personas que me están haciendo esas cosas en mi trabajo y en mi vida”.
Todo esto es una recompensa para mí en muchos niveles porque sé que he ayudado a otras personas a encontrar la fuerza dentro de sí mismas para hablar y hablar. Me alegro de que el movimiento ‘yo también’ haya existido para las mujeres, ya se necesitaba desde hace mucho tiempo.
“Mi historia es similar a algo de lo que tuvieron que pasar. Me alegro de que estas cosas estén sucediendo porque, con suerte, solo harán del mundo un lugar mejor y más tolerante”.
