1. Activa la mente: Para que las sesiones de Pilates sean completamente efectivas, nuestra mente debe encontrarse en el mismo lugar que nuestro cuerpo, concentrada en la posición del tronco y las extremidades. Esto es, debemos centrarnos al 100%, porque el objetivo es enseñar a la mente a entrenar al cuerpo.
2. Fortalece glúteos y abdominales: Todos sus movimientos se deben generar desde lo que los monitores denominan el centro, o lo que es lo mismo, la zona lumbar, la abdominal y las nalgas. Cada ejercicio se hace contrayendo los abdominales. De hecho, una de las ventajas del Pilates es que fortalece sin ganar músculo.
3. Protege las articulaciones: La base de todas las posturas de esta disciplina es el movimiento fluido y controlado. De hecho, el consejo de los especialistas es que si se siente dolor o molestias realizando una de las posturas, se descarte y se pase a otra que no duela, lo que reduce el riesgo de lesiones.
4. Acaba con el dolor de espalda: O al menos eso sucede en la mayoría de los casos. Esto es así porque uno de sus objetivos es articular la columna, lo que significa que se trabaja la espina dorsal vértebra a vértebra, ayudándola a estirarse y curvarse con suavidad, potenciando su flexibilidad.