Gastronomía Erótica , Placeres de la Vida.

Comer, chupar, morder, son expresiones que recuerdan la relación entre la comida y la satisfacción sexual. La gastronomía erótica, una manera de llamar científicamente a los afrodisíacos, comprueba los efectos mágicos de la buena comida.

Los afrodisíacos son como las brujas: no hay que creer en ellos, pero que los hay los hay. Porque no hay mejor relación que la que hay entre la comida y el sexo. De hecho, el estudio de las virtudes estimulantes de ciertos alimentos ha estado presente a lo largo de la historia del mundo, tanto como los mitos y las leyendas.

El mito de los afrodisíacos es tan aceptado como el de la diosa romana del que proviene su nombre. Un alimento que estimule la líbido y aumente la capacidad sexual, podría ser cualquier manjar natural, fresco, sano y atractivo a la vista, al olfato y, por supuesto, al gusto, aunque todo esto no signifique que sus efectos hayan de ser iguales para todos. Sin mucho misterio, el mejor afrodisíaco es el amor a la comida y a la persona, siempre bien aderezado con imaginación y mucho sentido del humor.

Lo cierto es que la mayoría de afrodisíacos alimentarios son inofensivos, surten efecto porque se cree en su poder. Por ejemplo,el ají y las especias picantes gozan en algunas regiones del mundo de una reputación como afrodisíacos, porque aumentan la temperatura corporal, aceleran las pulsaciones y sonrojan la piel; al chocolate, por su parte, se le ha comprobado que contiene una sustancia llamada feniletilamina, que también produce cada persona en su organismo de forma natural cuando está enamorada; las ostras se asimilan con los genitales de la misma manera que un banano o un durazno.

El Kama Sutra reconoce la leche y la miel como fuente de empuje y energía; los textos eróticos árabes destacan el valor de los perfumes, fragancias y cosméticos para multiplicar el placer sexual; en la Europa de la época de los sajones, las plantas de apariencia fálica como zanahorias y espárragos,ganaron reputación de afrodisíacos; la inicial escasez y alto costo de los tomates y las papas en Europa, luego de ‘descubrir’el Nuevo Mundo, contribuyó a la temprana creencia en sus propiedades afrodisiacas. Desde entonces, cada vez que se descubre un nuevo alimento, se le atribuyen efectos sobre el deseo.

Puras vitaminas

Es esa relación del efecto de un alimento, con alguna característica asociada a la función sexual, lo que ha hecho estudiar las sustancias y la información nutricional de cada milagrosa raíz, como el gingseng, o frutos, como el borojó y el chontaduro; o la dieta de encurtidos, cazuelas y cocteles a base de mariscos que han mantenido a los habitantes de las zonas costeras bien dotados y fértiles por siempre.

“La gastronomía erótica resume una combinación de ciencia, arte y sensualidad, según Rómulo Aponte —médico siquiatra especializado en Sicoterapia Congnitiva y Sexual de la Universidad de Pennsylvania, directivo del Colegio Venezolano de Neurosicofarmacología y miembro de la Sociedad Internacional para la Investigación de la Impotencia—.

Desde el punto de vista científico, cada día identificamos mejor los patrones alimentarios asociados a la salud. Por otro lado se ha establecido la relación que existe entre la salud, estado de bienestar general y el sexo activo y placentero. Sabemos que hombres y mujeres sanos están en mejores condiciones de disfrutar de su vida sexual y más capacitados para dar y recibir placer.

También sabemos que ingestas alimentarias inadecuadas son factores de riesgo para sufrir disfunciones sexuales”. Para el médico colombiano Pablo Gómez Cusnir, urólogo especializado en Reversión de Vasectomía e Infertilidad Masculina, hay dos puntos de vista para abordar el tema de los afrodisiacos: “uno, pensar en afrodisíacos para mejorar la performance o rendimiento sexual, que tendría que ver con la parte práctica de cómo mejorar el apetito sexual, o pensar en pacientes que tienen problemas de sexualidad, disfunciones como trastornos del deseo sexual, que quisieran rescatar la respuesta en este tipo de medicamentos”.

La química y la vitamina E 

De hecho, hay estudios que se han venido realizando últimamente para resolver el problema de la sexualidad, tanto de la mujer como del hombre, tratando de determinar estas disfunciones. “Hablando de los hombres que tienen disfunción sexual, que anteriormente se creía sicológica, se ha conocido la respuesta de la erección mediante la neurología y la fisiología anatómica.

Ya se sabe que la minoría de las causas no son de tipo psicológico sino orgánicas o de trastornos, y que éstas se pueden enfrentar de una manera mucho más puntual. Si eso lo contraponemos con los afrodisíacos, éstos se quedan sin papel con lo que sabemos desde el punto de vista farmacológico”, afirma el doctor Gómez Cusnir.

“Sin embargo, hay controversia con el tema porque —según explica Gómez Cusnir—, son las personas diabéticas o quienes sufren de trastornos micro-vasculares o de disfunciones hormonales, o pacientes que no producen testosterona. Esto es conocido como la neurofisiología de la erección y hay líneas efectivas para cada uno de los puntos.

Anteriormente las personas acudían a otro tipo de medicamentos, algunos que simplemente por voz populares fueron volviendo famosos. El Viagra dio luces y alternativas, el hombre encontró que había una respuesta a sus problemas y el tema de la disfunción sexual se destapó.

“Lo que se sabe o cree como factor psicológico y de la cultura oral, que da validez a los afrodisíacos desde la Antigüedad, no está comprobado científicamente, pero esta validez se hace palpable en ciertas personas —acota Gómez Cusnir—. Es diferente si hablamos de las ostras, moluscos y algunos tipos de mariscos, estos son muy ricos en vitamina E, precursora de la testosterona masculina, que de este modo, bajo una complementación nutricional, puede generar algún tipo de respuesta química, pero hay que partir de la base de que al paciente se le haya sea diagnosticado una disfunción hormonal”.

Efecto placebo vs medicina

Hay otro factor a considerar que es el placebo, que es un efecto regulado por el sistema mental y que resulta de productos que no son farmacológicament eactivos, algunos de estos producen un efecto similar y curativo. En trastornos sexuales funciona el efecto placebo, con diferentes productos. Según Gómez Cusnir, el órgano sexual del hombre es el cerebro y el órgano copulador funciona bajo una serie de estímulos que son regulados por la mente.

Estos estímulos, que igualmente funcionan en la mujer, tienen que estar bien establecidos, un ejemplo de ello es el entorno, bajo presión no se hace efectiva la sexualidad. Las sustancias que producen el placebo están comparándose con la medicina farmacéutica y se han visto equivalencias biológicas entre estos, por ejemplo, en problemas de próstata se ha comprobado que las hierbas tienen un efecto curador.

La genosteína, el clavonoides, que son sustancias que se consiguen en el ginko biloba, de los orientales, así como también el ginseng, la soya y productos de la medicina tradicional o alternativa. Bajo el punto de vista médico, estos productos producen vaso dilatación y cuando un paciente tiene un trastorno en la erección por un problema circulatorio previo, potencialmente producen respuesta.

Gómez Cusnir recomienda que si con algún alimento el apetito sexual se acelera, lo utilice, siempre y cuando éste no tenga contra indicaciones.“…Si le apetece un desayuno con ostras o comerse cuatro ajos en ayunas porque estas cumplen su objetivo, adelante!” el sexo sobre un plato. Para el médico venezolano Rómulo Aponte, un elemento primordial relacionado con la gastronomía erótica es lo perceptual del plato.

“La sexualidad humana tiene una dimensión muy amplia en la percepción de los estímulos sexuales y ello también atañe a la gastronomía erótica. Hay platos que derrochan sensualidad. Un bandeja de vieiras suaves, insinuantes, espesas y húmedas, entre mezcladas con unos espárragos rígidos, de presencia cierta y orientación adecuada hacia el encuentro con la profundidad húmeda y cavernosa de la vieira, es un elemento de innegable contenido erótico que no debe dejar de ser disfrutado a través de la inspección visual.

“Otra forma de percibir la sensualidad de una comida es a través del olfato. Los olores marinos profundos que evocan a las algas y a los encuentros primordiales de la gestación de la vida, tienen un profundo contenido erótico. El mismo lo podemos encontrar en un plato de algas chinas, mariscos crudos y en un ceviche de moluscos”, concluye Aponte.

El cuerpo como afrodisíaco 

Eróticos o afrodisíacos también son un olor agradable, un perfume o la transpiración de una persona que producen estímulos olfatorios, así como también lo son el alcohol, que es un excitante del efecto nervioso, aumenta el deseo sexual a dosis bajas, pero en dosis altas deprime el sistema nervioso, produciendo el efecto contrario. Pero el mejor afrodisiaco es la imaginación, este es el gran componente que se debe estimular en un banquete sexual: no hace falta mesas, sillas, cuchillos ni tenedores.

El cuerpo desnudo es el plato en el que se sirve la comida para los dos, de ahí en adelante sólo sigue vertir miel en el ombligo, exprimir una naranja en la piel, pasar un cubito de hielo por las zonas erógenas, quitar el chocolate líquido del cuello… Los afrodisíacos son el aperitivo, el cuerpo es el plato principal. Hay que imaginarlo bien untado.

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