Por si creías que todo era yogur sobre melocotón… digo, miel sobre hojuelas, te hablamos hoy sobre 6 problemas que todo gay activo entiende. Esto es… lo que callamos los activos.
1. El acalambramiento de una nalga
Estás ahí, poniéndole bien y bonito hasta que ¡zaz, culebra! Sentiste el calambre loco que se extiende casi desde tu rodilla hasta tu nalguita preciosa y deliciosa. Para evitarlo, te recomendamos cambiar de posiciones. De repente de perrito, pero luego de misionero, 69, vaquero inverso… varíale, pues. Eso y come mucho plátano. Hablamos de la fruta por eso del potasio, eh. Aunque bueno, del otro también.
2. Cuando tu pareja no se lavó el duraznito
Sin duda otro de los problemas que todo activo entiende es cuando le dejas ir la berenjena y sale, como coloquialmente se dice, ‘coronada’. Aquí vamos a tener paciencia, corazón. Porque pues sí, es de esperarse que esto ocurra, aunque también se puede prevenir.
Para ello te sugerimos que hables con tus parejas y que corroboren que el ‘huequito del amor’ esté bien limpiecito cuando vayas a entrar. O, más importante aún, cuando le vayas a hacer un beso negro, mijito. Porque si no, a la fiesta les caen la salmonelosis, la hepatitis y muchas otras ITS más.
3. Cuando en plena pasión le rompiste el duraznito
Y ya que hablamos del duraznito… recuerden que hay que tratarlo con cuidado. Porque tampoco es raro que estés ahí, como bestia aniquiladora poniéndole hasta en tupper para llevar y ¡trácatelaaaas! Fisuras anales.
4. Cuando ‘el amiguito’ nomás no se levanta
«¡Te juro que nunca me había pasado!». Pues ya te pasó, pero tranquilo que no tiene nada de malo. Tómate tu tiempo para ayudar a tu armamento a que se levante triunfante. Y si aun así no, bueno, hay muchas otras cosas que puedes hacer en la cama además de la penetración.
5. Cuando te toca un ‘rey de la almohada’
Sí, ser activo significa que prefieres dar a recibir en el momento de la pasión. Pero eso no significa que queramos peces muertos en la cama, así que otro de los problemas que todo gay activo entiende bien es cuando se topa con un ‘rey de la almohada’. Nos referimos a ese gay pasivo que simplemente se tira en la cama y deja que el activo haga todo lo demás. Ni se mueve, ni habla sucio, ni hace nada, solo se queda ahí. Y eso no está padre. Por eso decimos que el sueño de todo activo es tener entre sus sábanas a un power bottom.
6. Crushearte con otro activo
Otro de los problemas más frecuentes que a todo gay activo le toca vivir es cuando conoce o se crushea con otro activo. ¿Por qué esto es un problema? Porque muchos prefieren dejar ir el ligue que fluir un poco y, a lo mejor, aventarse a ser inter o incluso pasivo ocasional. Esto ya cada quien lo decidirá, pero tenlo en mente, corazón. Estás dejando ir muchos duraznitos y berenjenas deliciosas que podrías aprovechar si te animas a experimentar.