El sexo ecológico surgió como una forma de tener relaciones sin dañar el medio ambiente. En qué consiste esta práctica, que es cada vez más común en algunos países.
Hace un tiempo que la preocupación por el medio ambiente viene ganando adeptos. Desde grupos ecologistas, hasta el cada vez más popular veganismo, el movimiento es cada vez más popular. Están los que se unen por moda, y quienes realmente están comprometidos con el tema. Y, como no podía faltar, la industria del sexo también se vio alterada por este movimiento.
El sexo ecológico plantea una nueva forma de tener relaciones sin dañar el medio ambiente. Y es cada vez más popular en algunos países europeos. Quienes lo practican incluso tienen un nombre: ecosexuales, y se caracterizan por tener conciencia ecológica y una vida sexual lo más natural posible.
Uno de los inventos que surgió con esta nueva moda son, por ejemplo, los vibradores biodegradables. Según explicó el sexólogo Raúl Padilla, en diálogo con el diario La Vanguardia, “Los juguetes eróticos veganos, además, suelen ser alimentos y su uso con preservativo hace que los restos no afecten a su condición de comida. De esta manera, con solo lavarlo queda también listo como alimento”.
Otra de las novedades del sexo ecológico está en los lubricantes. Según contó una vendedora, Nieves Guerra, “Son comprados por todo tipo de público, no solo personas con conciencia ambiental. Se los llevan muchísimo porque además son más óptimos para la salud al tener menos parabenos y no tener glicerina, que suele resecar la zona vaginal”. También se destacan los llamados arneses veganos, “que no están fabricados con cuero animal, como casi todos, sino con telas vaqueras o de nailon”.
Otras cosas que aconsejan quienes promueven el sexo ecológico son algunos cambios en las prácticas, como, por ejemplo, tener relaciones a la luz de las velas hechas con cera de soja, o hacerlo, si es posible, al aire libre.