Cuando el 7 de julio, la ingeniera peruana Jenny Trujillo contó en exclusiva a Sin Etiquetas que la clínica Anglo Americana había rechazado su sangre por ser lesbiana, pocos creyeron que el establecimiento de salud sería sancionado. Causó indignación que no se tomara en cuenta que la sangre de esta mujer tenía como destino su sobrino, un pequeño que lucha contra la leucemia. Causó rabia que simplemente la sangre de una lesbiana no tenga valor en el Perú.
Cuatro meses después de conocerse el caso, la Defensoría del Pueblo informa que después de realizadas las investigaciones, Susalud determinó que se habían vulnerado los derechos de la demandante por lo que procederá al inicio de un “proceso administrativo sancionador contra la Clínica Anglo Americana”.
EL CASO
Si bien de manera expresa, el Ministerio de Salud aseguró que no se discriminaba a nadie por su orientación sexual, lo cierto es que los formularios que deben llenar los ciudadanos están a menudo desactualizados y los funcionarios a cargo se limitan a decir que los homosexuales en general “son grupos de riesgo” y no deben donar. La Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) también se pronunció sobre la denuncia de Sin Etiquetas, y nos informó que están supervisando la clínica e iniciando la investigación de oficio. El caso se denunció en julio. Medios diversos se animaron a contar el caso de Trujillo.
Pero el tiempo pasó y la denuncia parecía haber quedado en nada. Hasta que hoy, el Centro de Promoción y Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos – Promsex informa que esta pequeña batalla la hemos ganado. La ha ganado Jenny Trujillo por no quedarse callada y denunciar el atropello.