Te damos algunos consejos para que cuides tus finanzas personales. ¡Toma nota y haz que tu dinero rinda más!
Si hay algo que compartimos completamente los miembros de la comunidad LGBT+ con lo heterosexuales, son las pésimas costumbres para organizar nuestros gastos. Como todos los seres humanos, soñamos con ir de viaje con nuestra pareja o amigos, tener el mejor celular o ropa envidiable, etc.
La gente que satura Instagram con fotos en viajes, buenos restaurantes y bolsas con compras tienen un empleo común y corriente. Entonces, ¿cómo lo logran? Definitivamente los objetos materiales no te darán la felicidad, pero sentirte más tranquilo al gastar tu dinero es un impulsor muy importante hacia esa felicidad. Y te aseguro que te ayudará a cumplir tus objetivos.
La prioridad de cada día
No es posible poner en orden nuestra cartera sin antes haber evaluado cuáles son nuestras prioridades. Te recomiendo que las ubiques en los siguientes grupos que ya están ordenados por importancia:
1. Salud.
Tanto física como emocional, no debes escatimar en estos
conceptos y siempre tener algo guardado en caso de que requieras
comprar medicamentos, pagar a un médico, transportarte a tu clínica, o
visitar al psicólogo.
2. Vivienda.
Ya sea que vivas con tus padres, en casa propia o con roomies,
tener un lugar a donde llegar siempre genera un gasto. Calcula cuánto se te va en este concepto y sepáralo inmediatamente.
3. Alimentación.
Cualquiera que realice una dieta, no importa cuál sea, estará de acuerdo en que comprar comida en un supermercado y cocinar es más barato que comprar alguna cosa en la calle. Sin embargo, cambiar tus hábitos alimenticios por unos más saludables requerirá una inversión de tiempo y dinero, pero te va a redituar mucho cuando veas cómo bajan tus gastos para el punto 1 (Salud).
4. Ropa.
Esos jeans y ese vestido carítsimossss pueden esperar. Revisa todo lo que hay en tu clóset y haz una lista con lo mínimo indispensable que requieres para vestir tranquilamente. No, las marcas más caras no
necesariamente tienen la mejor calidad. Con base en tu propia experiencia, compra esos mínimos que te falten en los lugares donde más te hayan durado las cosas; los lujos vienen después.
5. Transporte. De alguna forma hay que llegar al trabajo. Estima lo que
gastas en tu transporte a la semana y sepáralo en cada quincena. Te
recomiendo guardar lo de uno o dos días más de transporte en caso de
alguna emergencia.
La bolsa que vale tres quincenas puede esperar
No importa cuál sea tu sueldo, todos debemos cubrir necesidades básicas.
Ahora que cuentas con una lista ordenada de lo mínimo indispensable que
requieres, es muy importante que tengas paciencia. La lista que hiciste te va a
llevar tiempo, no es fácil hacer un “guardadito” en caso de que te enfermes ni comprar la ropa que te haga falta.
Lo más importante es no desesperarse. La parte divertida depende de qué tan bien cumplas la lista que ya tienes, pues esas vacaciones en Puerto Vallarta con tu novio pueden arruinarse con una infección en el estómago que te demande gastar en consultas y antibióticos. Según tus ingresos, puedes tardar entre 6 y 18 meses en satisfacer todas esas necesidades.
Cuidado con la tarjeta de crédito
Los intereses son el otro enemigo que te va a separar de tus sueños. Recuerda que el dinero en tu tarjeta de crédito es dinero prestado y se debe pagar formalmente. Evita llenarte de compras a meses, pues estás se acumulan como una bola de nieve.
También trata de gastar con la tarjeta menos de lo que tengas en tu cuenta de débito y ahorros, así siempre podrás dar el pago para no generar intereses y no tener que darle tu dinero al banco.
Ahora, sí ya estás saturadísimo en las tarjetas, muchos bancos están abiertos a negociar. Llama y diles que ya no puedes pagar. Generalmente esto terminará en una cuenta congelada que el banco te dividirá a meses y no te generará más intereses. Lo que sí es muy importante es que nunca dejes de pagar tus deudas.
Situaciones de emergencia
La comunidad LGBT+ sigue expuesta a diferentes riesgos. Hemos tenido avances importantes todos los días; sin embargo, seguimos siendo más propensos a ciertas agresiones en la calle, al rechazo de nuestra familia o bien, sin afán de caer en estereotipos, a alguna ITS (culpa de la poca información que se impartió en las escuelas en su momento).
Es importante que conserves siempre un fondo para gastos en salud que no debes tocar. Ante alguna agresión, tu salud es lo primero, incluso antes que la misma justicia, pues no podrás hacer nada si no te encuentras bien.
Si contraes o vives con alguna ITS te recomiendo ahorrar lo suficiente por si algún día tu clínica no puede proveerte el medicamento requerido; lo suficiente para surtirte con al menos un mes más de tratamiento en una farmacia.
Si has decidido salir del clóset, seguro ya pasaste por un proceso por el que todos hemos estado y has evaluado qué hacer en caso de que las cosas no salgan como esperabas. Ten un plan B en caso de que las cosas se compliquen.
A gastar en gustitos
Una vez que cumplas con la lista, debes preguntarte cuáles son tus objetivos y qué te haría feliz. Si lo tuyo son los viajes, te recomiendo planearlos con al menos 9 o 12 meses de anticipación. Compra tus vuelos y hoteles con meses sin intereses antes de viajar, así, cuando llegue la hora de irte, podrás hacerlo con la conciencia tranquila de que ya no debes ni un peso.
Si te quedas en Peru, ahorra unos SOLES cada día para que gastes en las vacaciones. Si sales del país, compra las divisas que puedas con algún excedente que vayas teniendo, así evitas la tentación de gastar ese dinero y contribuyes a tu viaje.
A lo mejor lo tuyo es vestir a la moda. Bueno, pues ahora que te has enfocado en la ropa de calidad más que de marca, es posible que cuestiones algunas cosas que antes deseabas comprar. Si aun así deseas esa bolsa con todo tu ser, es válido que preguntes si tienen meses sin intereses que puedas cubrir sin interferir en tus gastos normales. Si no, te recomiendo que solo compres aquello que, por mucho, cueste igual o menos que los ahorros que tienes.
Si vas a usar la tarjeta de crédito, trata de hacerlo después del corte y paga un poco en cada quincena hasta tu fecha límite. Hay quien solo quiere hacer una fiesta y salir con los amigos; si es tu caso, te recomiendo llevar muy bien las cuentas de lo que gasta cada uno, pues no falta quien lleva a la fiesta tres cartones de cerveza.
Ya sea con los gastos con tus amigos, compañeros de trabajo, o incluso con tu misma pareja (cosa que yo hago con mi novio), te recomiendo usar Splitwise, una aplicación que te permite crear grupos con amigos para un fin específico y que divide los gastos. Es decir, tú registras lo que gastaste en las cervezas, tu amiga lo que gastó en las entradas y tu otro amigo lo que puso para las pizzas. La aplicación hará la parte difícil y les dirá cuánto dinero le deben a quién.