El VIH se podría controlar con inyecciones intramusculares mensuales

Cerca de 300 especialistas se reúnen Madrid, en el simposio SI Indivhiduality, para revisar los principales avances presentados hace unos días en la Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas
Los tratamientos para el VIH avanzan a buen ritmo, aunque más despacio de lo que le gustaría a investigadores y pacientes. Entre las principales novedades destaca que las personas infectadas por el virus podrán disponer de una terapia a base de inyecciones intramusculares mensuales que sustituirán a la actual pastilla diaria. Pese a que esta terapia aún se encuentra en fase III de investigación, los especialistas se muestras optimistas y esperan que sea una realidad, en Europa, en algo más de un año.

Esta es una de las conclusiones más destacables de los avances en el campo de VIH que se han presentado hace una semana en la Conferencia sobre Retrovirus y Enfermedades Oportunistas (CROI), celebrada en Seattle (Washington); y cuyos resultados se han analizando en Madrid, en el Simposio Internacional ‘SI Indivhiduality’, organizado por Janssen y que ha congregado a más de 300 especialistas.

En los dos ensayos en los que se está probando este nuevo tratamiento parenteral, el FLAIR y el ATLAS, se está utilizando una combinación de dos medicamentos ya existentes administrados en una inyección intramuscular, a lo largo de 48 semanas. La diferencia entre ellos es que mientras en el primero se ha estudiado en pacientes que ya estaban en tratamiento, en el segundo se ha iniciado como primera opción terapéutica.

En palabras del doctor José Ramón Arribas, jefe de la Unidad de Infecciosas del Hospital Universitario La Paz, “los resultados de estos dos excelentes estudios indican que este tratamiento de liberación prolongada tiene una eficacia similar a la que ofrece la terapia abordada por vía oral, pero mejorando la adherencia terapéutica del paciente lo que es una gran noticia para las personas infectadas y para los clínicos”.

La principal ventaja de estos estudios, tal como ha subrayado el doctor Josep Mallolas, jefe de la Unidad de VIH/Sida del Hospital Clínic de Barcelona, radica en que “aportan datos muy sólidos sobre una nueva forma de administración que posibilita espaciar las dosis y olvidarse de la toma diaria; y en una menor toxicidad de los fármacos, lo que redundará en un mejor cumplimiento terapéutico”, ha destacado.

En un principio, estas inyecciones se administrarían cada cuatro semanas en los pacientes naive, cifra que se podría elevar a ocho semanas en aquellos con la carga viral suprimida y que solo tengan tratamiento de mantenimiento, lo que supondría solo seis inyecciones al año. Lo que sí ha recalcado es que esta terapia no será para todos los pacientes ya que dependerá del perfil clínico y de la aversión y tolerancia que tengan a las agujas.

El Paciente de Londres

Otro tema que se está analizando en el simposio es el caso del Paciente de Londres, el segundo en el mundo en logar una remisión del VIH tras un trasplante de células madre, que ha publicado esta semana la revista Nature. El primero fue el conocido como Paciente Berlín, Timothy Brown, que lleva desde 2009 sin rastro de VIH en su sangre y sin tratamiento antirretroviral, tras someterse a un trasplante de células madre.

Según el doctor Javier Martínez-Picado, profesor de ICREA en el instituto de Investigación del Sida IrsiCixa, “este caso replica el ocurrido hace más de una década y nos demuestra que lo que sucedió entonces no fue una casualidad. Se trata de una curación limitada a terapia celular en la que el factor decisivo ha sido el trasplante de células madre: en el primer caso para curar una leucemia y en el segundo un linfoma de Hodgkin”.

La particularidad de esta curación se basa en una mutación del gen CCR5 Delta 32 en homocigosis, un error genético que impide al virus entrar en las células diana del VIH (los linfocitos T CD4) y, por tanto, frena la existencia de reservorios del virus en el organismo. Esta mutación solo está presente en el 1 por ciento de la población, pero “respecto del Paciente de Berlín, hoy contamos con un registro nominal de personal que tienen ese gen modificado lo que nos facilita mucho el trasplante si se dieran estas circunstancias”, ha destacado Martínez-Picado.

No obstante, y aunque el proyecto continúa en investigación para ver hasta qué punto es escalable, el investigador ha hecho hincapié en que: “Aún no se puede hablar de la cura del VIH, el trasplante de células madre es un procedimiento de alto riesgo que solo se recomienda en pacientes con una enfermedad hematológica, y que, a día de hoy, ningún paciente debe abandonar el tratamiento porque, de hacerlo, el virus reaparecería en 3 o 4 semanas”.

Nuevas infecciones

Un aspecto sobre el que han alertado los especialistas es la necesidad de avanzar en la identificación de las personas infectadas y tratarlas de forma precoz. Según los datos esgrimidos por el doctor Mallolas, en España, se mantiene la cifra constante de 3.000 nuevas infecciones por VIH anuales, con un porcentaje de entre el 20 y el 25 por ciento de personas infectadas que no lo saben. Unos datos iguales a los que se tenían hace una década

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