Una pareja no la está pasando nada bien, después de que una persona les tomara una foto cuando se daban un beso en el metro de Singapur y la publicara en un medio de comunicación local acompañada de un incendiario texto homofóbico que se ha vuelto viral en las redes sociales. «Respeto a los derechos de todos, pero esto es simplemente repugnante en un espacio público», escribía Melinda, a la autora de la fotografía y el artículo.
«¿Qué pasa si mis hijos vieran esto y se preguntaran ‘Mami, ¿por qué se besan esos dos hombres?’ ¡Tendría que responder y decir que es lo mismo que el amor normal y el matrimonio, la única diferencia es que un hombre abre sus nalgas para que el otro hombre ponga su parte privada en el interior, pero al final no sale ningún bebé, sólo obtienen el SIDA! La mayoría de la gente en Singapur ya saben que existen, pero preferirían que simplemente se fueran de vuelta al armario y dejaran de llamar la atención. ¿Qué más quieren? ¿Fiestas de sexo gay? ¿Desfiles gays? ¿Enseñar a los niños sobre el sexo gay? Las relaciones homosexuales no son normales y por lo tanto nunca será igual a un verdadero matrimonio entre un hombre y una mujer», publica la exaltada Melinda, sin pelos en la lengua y revelando la salvaje homofobia soterrada en algunos sectores de la sociedad.
«Parece que realmente necesitamos policías sexuales como el Sr. Chan y leyes más estrictas para mantener a los impulsos de la comunidad homosexual a raya. La minoría gay puede hacer lo que quiera en su dormitorio, pero que no deberían ir por ahí promocionando el estilo de vida homosexual y exigiendo el matrimonio igualitario», añade Melinda, convencida de que «deberían estar agradecidos de tener el Pink Dot anual», refiriéndose a la celebración del orgullo gay en Singapur.
Hasta 80.000 veces se ha compartido el artículo en Facebook y 3.000 a través de Twitter. El problema es que, a pesar de que Melinda ha tenido el detalle y la precaución de difuminar el rostro de los dos jóvenes que aparecen en la imagen, uno de ellos ha sido reconocido, motivo por el que ha revelado la ansiedad y el estrés que le ha causado.
«Me sentí mortificado y violado», explica la víctima, Peter Eggenhuizer, quien afirma que la autora del artículo se ha excedido atacando su acto de amor y cariño, por lo que siente «la necesidad de superarlo y crear conciencia de que esto es inaceptable». Siendo de origen australiano, Eggenhuizer considera que a pesar de que en Singapur la homosexualidad sigue siendo ilegal, muchas personas apoyan a la comunidad LGTB. Siendo consciente de que «en muchos países la homosexualidad sigue siendo ilegal y podría tener serias y peligrosas consecuencias», afirma que seguirá «difundiendo mi amor y lo haré a mi manera. Difundiendo amor, no odio».
Los homosexuales merecen respeto. No vamos a dejar nuestras expresiones de afecto en público. Queremos matrimonios igualitarios.