El tabaco puede ocasionar diversos problemas de salud. Por ello es aconsejable que no fumes o que moderes el consumo de esta sustancia.
Nuestro organismo puede sufrir diversos problemas de salud por el tabaco. Fumadores activos y pasivos están expuestos a desarrollar enfermedades crónicas como el cáncer, diabetes, accidentes cerebrovasculares, entre otros. A continuación te hacemos un listado de todos los problemas ocasionados por el tabaco.
En los hombres, el tabaco daña las arterias y afecta el flujo sanguíneo necesario para lograr una erección. Entre más cantidad de cigarrillos fumen, existe mayor probabilidad de desarrollar disfunción eréctil. El tabaco también compromete la cantidad y la calidad de esperma, llegando incluso a la infertilidad.
En el caso de las mujeres, el tabaco puede ocasionar un embarazo ectópico. Es decir, que el embrión se implante fuera del útero, poniendo en riesgo la vida de la madre. También puede desencadenar abortos naturales, bebés con paladar leporino o con bajo peso. Por si fuera poco, puede provocar la muerte del bebé al interior del útero.
Según el Instituto Nacional de Cáncer de EE.UU, el tabaco es uno de los principales causante del cáncer. Más del 30% de las muertes por esta enfermedad están relacionadas con el hábito de fumar. El tabaco es el principal responsable del cáncer de pulmón, que afecta por igual a hombres y mujeres; además, es uno de los más difíciles de tratar. Otros tipos de cáncer que puedes desarrollar por este hábito son de boca, laringe, esófago, riñón, hígado, vejiga, páncreas y recto, así como leucemia mieloide.
El tabaco ocasiona muchos problemas en el sistema cardiovascular, conformado por el corazón y las arterias. Los fumadores tienen mayor probabilidad de desarrollar cardiopatía y accidentes cerebrovasculares. Y pueden sufrir un ataque al corazón ocasionado por enfermedades coronarias. Fumar de manera asidua ocasiona hipertensión arterial, afectando considerablemente las actividades físicas de las personas.
La falta de actividad por hipertensión puede ocasionar la formación de coágulos al interior de las arterias. Esto puede desencadenar otros problemas de salud. El tabaco puede disminuir la cantidad de colesterol HDL —conocido como «bueno»— en la sangre. El hábito de fumar también dificulta la circulación sanguínea en los brazos y piernas, originando dolores o llagas abiertas que tardan en sanar.
Afecta el sistema respiratorio
Cuando una persona inicia el hábito de fumar, los problemas en el sistema respiratorio se presentan casi de manera inmediata. Estos empeoran dependiendo de la cantidad y la frecuencia con la que se consume el tabaco. No obstante, los daños pueden hacerse evidentes muchos años después de iniciar el hábito de fumar. El tabaco daña los pulmones y los alvéolos (los responsables de transferir el oxigeno a la sangre).
Un problema muy común en los fumadores es la bronquitis crónica. En esta condición, las vías respiratorias producen una gran cantidad de mucosa, obligando a la persona a toser constantemente para expulsarla. De no tratarse a tiempo, este problema puede dar paso a la neumonía. Otro problema frecuente es el enfisema pulmonar. En este caso, los alvéolos se desintegran, lo que disminuye la cantidad de oxígeno en la sangre. Esta enfermedad no se puede curar ni es reversible.
Afecta a casi todo el organismo
El tabaco origina muchas reacciones negativas en casi todo el organismo. Todas ellas pueden empeorar si el hábito de fumar es constante, y causar problemas de salud más delicados. Algunos de los efectos son disminución de la efectividad del sistema inmunitario, probabilidad de desarrollar diabetes, problemas bucales y caída de dientes, mal aliento, riesgo de sufrir cataratas, artritis reumatoide y envejecimiento prematuro de la piel.