En una época en la que algunos países han optado por retroceder en derechos para la comunidad LGBT, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una decisión histórica que abre las puertas para que América Latina se coloque a la vanguardia y tome una posición de liderazgo en la materia.
En una opinión consultiva, emitida el pasado 9 de enero, la Corte afirmó que la Convención Americana de Derechos Humanos requiere que los Estados miembros reconozcan el derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio civil, así como a todos los beneficios que de él deriven. De igual manera, la Corte estableció que los gobiernos deben permitir que las personas puedan cambiar el nombre y género que aparece en sus documentos oficiales, a través de un proceso expedito, sencillo y sin costo, tomando en cuenta únicamente la identidad de género auto percibida del solicitante.
En materia de matrimonio igualitario, la opinión consultiva es un avance sin precedentes. De los 20 países que han ratificado la Convención Americana, únicamente Argentina, Colombia, Brasil y Uruguay reconocen el derecho de las parejas del mismo sexo a casarse, a nivel nacional.
Para algunos países han dado pasos significativos en la dirección correcta; sin embargo, los procesos pueden ser complejos y lentos. En Perú, requieren que la persona comparezca ante las cortes; en Uruguay, las personas deben llevar a cabo una cirugía, o esperar dos años; y en Bolivia, el cambio es irreversible, requiere un examen técnico y se permite para personas casadas.
Viendo el panorama América Latina puede convertirse en líder, en materia de derechos LGBT, durante 2018. La duda está en si los gobiernos y legisladores de la región tendrán el valor y la capacidad para estar al nivel que exigen las circunstancias, en esta oportunidad única.