1. Que nos digas cómo te gusta
Compártenos qué es lo que más te gusta hacer y que te hagan. Sin pena. Al decírnoslo, nos das a ambos la oportunidad de tener mejor sexo.
2. Que te muevas
No solo te quedes ahí, ¡muévete! Los activos disfrutamos ver y sentir a los chicos con los que estamos cuando se mueven y menean mientras estamos en el pecado.
3. Que nos digas dónde quieres que terminemos
No pensamos con total claridad en los segundos antes de terminar, así que si hay algún sitio donde prefieras que nos vengamos, hablémoslo antes. De lo contrario, no sabemos dónde podría acabar la descarga.
4. Que aprietes tu duraznito cuando estemos adentro
No lo hagas hasta un punto que te genere incomodidad, pero si puedes apretar un poquito al tener la berenjena de tu activo adentro, te lo va a agradecer. La presión se siente realmente bien.
Aunque podría parecértelo, tu activo no es un taladro. Eventualmente puede cansarse y es ahí donde puedes ayudarlo cambiando el peso. Si ya se está cansando de tenerte de perrito, prueba montándolo y haz un poco del movimiento tú también.