La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales acaba de lanzarla campaña “Con la voz bien alta” para denunciar la homofobia que todavía hoy se sufre en todo el mundo.
El vídeo principal de la campaña, grabado con varias cámaras ocultas, muestra a una pareja gay estadounidense llegando a Madrid. Han reservado una habitación por internet, pero el dueño sólo les ha enviado en español las indicaciones para llegar. Y no entienden nada.
Por ello, preguntan a la gente de la calle cómo llegar, y para ello enseñan la carta del dueño del alojamiento. Las caras de los transeuntes cambian cuando, a medida que leen la carta, descubren que el dueño les dice cosas como “No paséis por Chueca, que parecéis gays” o les advierte que ni se les ocurra tener sexo en su hostal, les saca a hostias.
En principio, no se atreven a traducir a la pareja la advertencia del dueño del hostal, pero después hacen de tripas corazón, toman aire y llegan a traducirles lo que les advierten.
En el vídeo de esta construcción ficticia para denunciar la realidad, los actores fingen, pero los transeúntes son de verdad. Después de tragar saliva para traducir a la pareja ese papel llegado directamente de la inquisición, los ciudadanos, al menos los que aparecen en el experimento, muestran su indignación, animan a la pareja a denunciar al dueño del hostal y se ofrecen a ir con ellos a la comisaría «como nuestros amigos», llega a decir una mujer.
4 de cada 10 homosexuales, transexuales o bisexuales han sido discriminados, perseguidos, insultados o agredidos. Y sólo 1 de cada 10 lo denuncia. Hay que poner fin a esta inmunidad y a la homofobia gritando #ConlaVozBienAlta.
En el informe Delitos de odio por orientación sexual y de género 2014, la Federación recoge hasta 100 casos de incidentes discriminatorios y de delitos de odio. En 36 de ellos, el agresor conocía a la víctima «lo que indica que con frecuencia, el incidente no es casual». Y en más de 80 casos, el delito fue cometido por más de un agresor. ¿Y qué les pasó? A una mitad (57%) recibir insultos. Y la otra (43%), golpes. Y todo eso ocurrió casi por igual en la calle, en un espacio público o en una escuela o el trabajo.
El mensaje es denunciar la homofobia sufrida, algo que la FELGTB ayuda a canalizar a través de www.conlavozbienalta.org, un manual de instrucciones por si hacen falta.
