Estamos seguros que entre tus contactos de Facebook, Instagram o Snapchat tienes a más de un conocido, colega o ex que no deja de hacerse selfies en cualquier circunstancia. Una y otra vez. Cada vez que te conectas llegas a ver una nueva foto con cara de intenso, con un paisaje detrás, metiendo barriga, en la playa, antes de hacer running, paseando por la calle, en un concierto o en el ascensor. Su vida son selfies, selfies y más selfies.
Esta obsesión por autorretratarse y compartir su imagen con los demás en las redes sociales puede llegar a ser molesta y llegar a cansar. Pero también puede esconder un problema más siniestro. O al menos así lo asegura un estudio elaborado por Jesse Fox, una profesora asistente de comunicación en la Universidad Estatal de Ohio (EE UU), y la estudiante de postgrado Margaret Ronney. Para realizar la investigación, que ha sido publicada en la revista Personality and Individual Differences, se tuvieron en cuenta las opiniones de 800 hombres de edades comprendidas entre los 18 y los 40 años que participaron a través de una encuesta online.
Según el estudio, aquellos varones que no dejan de fotografiarse así mismos, tienen más probabilidades de ser narcisistas o psicópatas. Eso no significa que todos los que se saquen selfies lo sean automáticamente. Simplemente es que aquellos que afirmaron publicar más retratos de ellos mismos online puntuaron más alto en las pruebas que miden el narcisismo y la psicopatía. Además, los que editaron más los selfies mostraban tendencias narcisistas más fuertes que el resto.
Quienes participaron en la encuesta tuvieron que especificar la frecuencia con la que publicaban los selfies y si realizaban algún tipo de manipulación antes de postearlos, como recortar las imágenes, aplicar filtros o usar algún software de edición fotográfica. Además, completaron cuestionarios para conductas antisociales y para la autoobjetivación.
“No es de extrañar que los hombres que publican muchos selfies y pasan más tiempo retocándolos sean más narcisistas, pero esta es la primera vez que realmente se ha confirmado en un estudio”, dice la investigadora.
Aquí viene un dato curioso, cuanto más le toma a una persona retocar sus selfies, según el estudio, menos probabilidad tiene de ser un psicópata. Fox lo explica de esta manera: “Tiene sentido porque la psicopatía se caracteriza por la impulsividad. Ellos van a sacar las fotos y subirlas de inmediato. Quieren verse a sí mismos y no van a desperdiciar tiempo editando”.
Por otro lado, la investigadora también subraya que la edición de los selfies también estaría relacionada con un nivel más alto de auto-objetivación, una tendencia que implica una autovaloración más por la apariencia física que por otros rasgos positivos.
La autoobjetivación ha sido poco estudiada en los hombres heterosexuales, pero sí se ha explorado para las mujeres. Es una característica que en muchas ocasiones las llevaría a “la depresión y a desarrollar trastornos de alimentación”, según explica Fox. “Con el crecimiento del uso de las redes sociales, todo el mundo está preocupado por su apariencia. Eso significa que la autoobjetivación podría llegar a ser un problema para los hombres además de para las mujeres”, añade.
La investigadora explica que se produce un ciclo de autorefuerzo cuando se trata de la autoobjetivación. Las personas que obtienen una puntuación más alta en la autoobjetivación publican más selfies, lo cual conduce a una retroalimentación mayor de sus amigos online, lo que les anima incluso a compartir más fotos de sí mismos.