Muchos dirán que los hombres no tienen por qué empezar a hacer actividades que generalmente se les atribuyen a las mujeres. Pero los tiempos cambian y, así como muchos chicos ahora se visten sin temor de rosado o morado, algunos han empezado a hacer actividades que antes parecían totalmente prohibidas para ellos.
La tendencia va desde esos hombres que usan maquillaje como polvos, base o corrector para ocultar imperfecciones ocasionadas por el acné o manchas, hasta aquellos que utilizan fijador de cejas, rubor o lápiz para resaltar algún punto de su rostro.
La empresa JD reveló que 1 de cada 6 hombres chinos nacidos después de 1995 compraron lápiz labial en los primeros 5 meses de 2018. Los expertos atribuyen este suceso, por la influencia de una tendencia denominada “estética K-pop” que hace que los hombres se preocupen más por su apariencia femenina como se observan en las celebridades chinas jóvenes.
Muchos influencers muestran a través de sus redes sociales el uso de este tipo de artículos de belleza.
Como Juan Hernández el influencer, maquillador y estilista venezolano, con mas de 40.000 seguidores aproximadamente en su cuenta de Instagram, donde comparte y enseña la forma en que usa productos de belleza. Para él; “la pasión del maquillaje no entiende de géneros. Yo busco que el maquillaje no sea solo un símbolo de la comunidad gay si no que abarque un público más amplio, busco que las personas vean el maquillaje como arte, sin necesidad de género”.
Muchos influencers que se maquillan son asociados con los travestis, pero la misión de Juan es clara y contundente: “demostrar que se puede seguir siendo masculino independientemente de si se tiene maquillaje o no”.
No todos los días de su vida Juan se maquilla por completo, cuando lo hace es para una ocasión especial o para grabar algún video de su canal. En ese orden de ideas, el venezolano asegura que es inexplicable describir todo lo que siente cuando está maquillado porque por alguna razón “eres una persona sin maquillaje y otra maquillado; algo así como Hannah Montana con y sin peluca”.
El conocer su rostro ha ayudado a Juan en su profesión como make-up arist porque con él puede experimentar, probar, examinar y crear nuevas tendencias en este universo de la belleza masculina y femenina.
Y sí, el maquillaje es un arte porque la finalidad de esta practica es resaltar los puntos positivos del rostro y disimular los desfavorables.
Además, ¿quién dice que debe ser exclusivo de las mujeres?, los romanos eran dichosos usando rubor, los egipcios solían delinearse los ojos y los indígenas americanos también usaban algunos ingredientes para darle un cambio ligero a su apariencia.
Entonces, ¿por qué hay que juzgar o señalar a aquellos que deciden maquillarse?
¿Está lista nuestra sociedad conservadora para dejar de mirar como extraterrestres a los hombres que se maquillan? Seguramente en unos años ya no tendremos que hacernos esa pregunta.
Que cada uno use y se vista como lo quiera hacer y se sienta cómodo. Punto