En la actualidad, se están llevando a cabo una serie de clausuras é intervenciones de establecimientos de entretenimiento dirigidos al público gay. Específicamente aquellos que pueden tener connotaciones de índole sexual.
Entre los locales clausurados se encuentran el Cine Tauro, 240 Club, Las Jarritas, el Hostal Paraíso y la intervención al Hostal El Cisne. Los argumentos presentados han girado principalmente en torno a la salud pública.
Una coincidencia notable es que todos los locales mencionados están ubicados en el Centro de Lima, con la excepción del Cisne, que se encuentra en el Distrito de Lince. Todos estos lugares han sido clausurados é intervenidos bajo la administración del alcalde de Lima: Rafael López Aliaga y la alcaldesa de Lince: Malca Schnaiderman, ambos pertenecientes al mismo partido político: Renovación Popular.
La clausura de 240 Club llamó mucho la atención, siendo este sauna reconocido por su excelente infraestructura y limpieza. Por lo tanto, la acción municipal tomó por sorpresa a muchos.
Han circulado diversos rumores, desde la muerte de alguien por sobredosis, falta de pago de cupos, hasta la carencia de licencia de funcionamiento.
Nuestras fuentes nos han informado que el motivo real fue debido a áreas no declaradas en el plano.
No nos sorprendería que la municipalidad haya estado intentando encontrar motivos para cerrarlos durante algún tiempo, ya que al parecer ya sabían de la gran acogida que tenía este local con el público homosexual.
En cuanto al Cine Tauro, no hace falta ser adivino para comprender por qué lo clausuraron. Pero, ¿qué pasa con los otros establecimientos?
Hostal Paraiso también estuvo en la mira y fue clausurado, como también fue intervenido el Hotel El Cisne, ambos recibieron una gran contingencia policial y de fiscalización de cada municipio como si se tratara de una redada de delincuentes, por qué no usan estos recursos para combatir problemas reales que aquejan a todos los vecinos; por ejemplo ir al Centro de Lima es toda una odisea, tráfico, ambulantes, inseguridad, caos, desorden, etc, etc, etc.
¿Estamos ante una persecución al público gay?
¿Por qué no se aplican las mismas sanciones a establecimientos no dirigidos al mercado gay?
¿O es que la postura de este partido político es atacar únicamente a ciertos sectores?
Sabemos que este partido tiene connotaciones religiosas, por lo que no sería descabellado pensar que consideran que estos establecimientos van en contra de las “buenas costumbres”.
¿Y qué pasa con otros hoteles, saunas o lugares que tienen el mismo giro? y peor aún, donde realmente se practica la prostitución, un estereotipo muy utilizado para intervenir eventos o locales dirigidos al público homosexual.
Las organizaciones no gubernamentales (ONGs) o colectivos hasta el momento no se han pronunciado. Esperamos lo puedan hacer a la brevedad. Estamos viviendo tiempos en los que nuestros derechos de visitar lugares de ocio y diversión están siendo pisoteados sin motivo?
Al cierre de esta nota, nos informaron que 240 Club ya ha subsanado las observaciones y está a punto de reabrir sus puertas.
Esperamos que cesen con esta obsesión de fiscalizar o buscar pretextos para cerrar y/o intervenir lugares dirigidos a nuestra comunidad. Si van a actuar, que lo hagan de manera equitativa y no solo contra algunos.
