Debes saber esto si decides salir con uno
¿Quién no ha soñado con tener a su sugar daddy o mommy que les solucione la vida? ¡Por supuesto que todos! Pero ¿qué tan bueno es?
Desde hace algunos años, el término sugar daddy y sugar baby se han puesto de moda. Un sugar daddy es una persona adulta, por lo general mayor a 40 años, con un alto poder adquisitivo y que busca la compañía de una persona joven.
La relación sugar daddy-sugar baby, conocida como sugar dating, es muy controversial: muchas personas la consideran como una manera más “sofisticada” de trabajo sexual y de acoso por parte de personas mayores a jóvenes. No obstante, ambas partes de estas “relaciones” buscan diversos tipos de beneficios, que pueden ir desde cenas, compras, viajes hasta sexo. Todo esto es consensuado.
Debes tener en cuenta que nadie puede obligarte a hacer algo que no quieres y que siempre es bueno dejar las cosas en claro desde un principio. Dicho esto, estas son algunas cosas que pasarán si decides salir con un sugar daddy:
Tu estilo de vida cambiará
Como ya lo mencionamos, el sugar daddy —o sugar mommy, según sea el caso— se caracteriza por tener un alto poder adquisitivo y probablemente, una vida llena de lujos.
Para ellos lo más importante es proyectar una buena imagen: siempre están impecables, elegantes, con un buen gusto por vestir, están al pendiente de lo que pasa a su alrededor y suelen ser muy cultos.
En ocasiones, el sugar daddy le ofrece al baby llevar un estilo de vida similar. Por ejemplo: le pedirá que lo acompañe a eventos importantes, lo llevará de viaje y le ofrecerá regalos caros; todo con el objetivo de que el baby se encuentre a su nivel.
Recibirás dinero y regalos
Tal vez sea el punto que más les interesa a los sugar babies: recibir dinero para solventar algunos gastos o para hacerse de algunos “lujitos” que no tan fácilmente podrían conseguir por sí mismos.
Con el objetivo de complacer al baby, el sugar daddy es capaz de desembolsar una gran cantidad de dinero o de ofrecer costosos regalos, o bien correr con gastos como el pago de la universidad, cenas en lugares exclusivos, viajes o carros, y un sinfín de obsequios.
Pero del mismo modo que ellos consienten al baby, este se ve en la necesidad de corresponderle a sus caprichos y gustos, que pueden ir desde una simple compañía hasta sexo. Recuerda que él también debe estar complacido para que puedas seguir gozando de estos beneficios.
Deberás ajustarte a sus tiempos
Si el sugar daddy es una persona económicamente activa, debes saber que su tiempo libre es reducido, por lo que pasará gran parte de su tiempo en asuntos de trabajo. No por nada lleva un estilo de vida lujoso.
Por otro lado, si el daddy ya es una persona de edad avanzada, puedes estar seguro de que goza de más tiempo libre. Y que aprovecha para disfrutar de su dinero y le gusta pasarla en compañía de un/una sugar baby.
Un punto que debes considerar es que algunos daddies tienen familia: son casados y tienen hijos, por lo que no siempre pasarán el tiempo contigo ni invertirán todo su dinero en ti. Esto es algo que ambos deben platicar desde el principio para evitar cualquier malentendido o problema.
No desarrolla lazos sentimentales
Es uno de los puntos más evidentes, pero nunca está de más que lo platiquen desde el principio: por lo general, en este tipo de relaciones nunca se consideran los sentimientos.
En la mayoría de las ocasiones, el sugar daddy no está interesado en entablar una relación sentimental. No importa que ambos se la pasen muy bien cuando estén juntos o por más “cariñoso” que se pueda ver.
Ten en consideración que no se trata de aferrarse a un sentimiento o un estilo de vida que no les corresponde, ya que podría terminar en el momento menos esperado. Por ello, es vital no desarrollar alguna dependencia o algún sentimiento.
No obstante, pueden darse situaciones en las que ambos desarrollen un vínculo afectivo y decidan formalizar (en una de esas corres con la misma suerte de Anastasia Steel con Christian Grey y tener una vida de lujos).
La independencia puede verse afectada
Algunos daddies son conscientes de que, por su estilo de vida —negocios, viajes, etc.— no tienen el tiempo suficiente para estar contigo, por lo que te dan la posibilidad de que conozcas a más personas sin olvidar que mantienes una “relación de negocios” con él.
Sin embargo, hay algunos daddies que prohíben a los babies tener cualquier tipo de relación con otras personas, convirtiéndose en sus “protectores” hasta que el acuerdo entre ambos termine.
Un aspecto que vale la pena destacar es que uno de los dos puede desarrollar dependencia por el otro. Es más común que sea el baby quien desarrolla la dependencia, sobre todo económica, por lo que sus relaciones sociales pueden verse afectadas por el cambio de hábito.
Quiero un sugar daddy
Sería bueno tener un Suggar, lo cacharia diario