La sexualidad masculina está plagada de mitos y clichés. Más allá de chistes y chascarrillos se esconde una bonita realidad: la vida sexual es un componente innegable para poseer una salud armoniosa. Parafraseando el conocido refrán español: “Dime cuáles son tus hábitos y te diré cómo eres en la cama”. Una vida saludable te mantiene ágil y sano en todos los aspectos de la vida, incluyendo tu preciado órgano genital.
¿Eres fumador? Debes saber que, según un estudio de la Universidad de Texas, fumar reduce el tamaño de tu pene al menos un centímetro. El Dr. Eduardo Martín Oses, urólogo de la Clínica Ruber de Madrid, explica que esto se debe a que el tabaquismo “provoca atrofia vascular y esclerosis del cuer-po cavernoso, motivando una reducción del tamaño del pene en erección”. Además, daña los vasos sanguíneos y obstaculiza el flujo de sangre que llega al miembro viril, lo que acaba afectando a la función eréctil. La dieta también es importante para poder usar el 100% de tu potencia sexual bajo las sábanas.
Cuidado con la comida basura
Si la alimentación está basada en comida rápida y su contenido es excesivo en grasas, carbohidratos, lácteos, alcohol, drogas y azúcar, esta no sólo es un anafrodisíaco reconocido, sino que también resulta baja en minerales, fibras y vitaminas.
Duerme bien
Otro consejo importante es dormir de seis a ocho horas cada noche. Según un estudio de la Universidad de Chicago, aquellos hombres que duermen poco tienen en torno a un 40% menos de testosterona. Si decides seguir nuestros consejos y acostarte antes, no te lleves el portátil a la cama, ni lo pongas encima de tus piernas, pues al hacerlo estarás sobrecalentando tus testículos.
Haz ejercicio con el pene
Cuando estás estresado, tu cuerpo secreta la hormona del estrés, el cortisol, que sobrecarga las enzimas responsables de asegurar que las células de los testículos produzcan testosterona. Lo mejor para evitar la producción de cortisol es llevar una vida zen y hacer mucho ejercicio.
Cuidado con el exceso de porno
Según una investigación de la Asociación de Andrología y Medicina Sexual italiana, consumir porno en exceso provoca un descenso de la libido, e incluso disfunción eréctil.