Cómo la comunidad LGBT se apropió de un símbolo de odio

Durante el periodo de votaciones generales del 28-A en España, Vox, el partido político dirigido por Santiago Abascal, compartió a través de Twitter un meme de Aragorn, personaje de “El señor de los anillos”, enfrentándose a los orcos. El personaje de Argorn tenía el logo del partido y la bandera de España, mientras que los orcos representaban el símbolo feminista, la hoz, el martillo, la bandera republicana, logos de medio de comunicación y entre ellos, un emoji de un fantasma con los colores de la bandera LGBTI.

La intención del partido de Abascal de dejar clara su lucha en España contra esos “orcos” pasó de causar indignación y coraje a ser un tema de humor con el que la comunidad LGBT cambió la discusión hacia este fantasma multicolor que ahora se ha convertido en un icono gay.

El asombro de la comunidad LGBTI por la publicación de Vox fue más porque su presencia en el meme no pudo ser siquiera representado con la bandera pero sí con un fantasma de colores que lejos de causar miedo, generó ternura.

Así, tras causar la risa y ternura de muchas personas en Twitter, la imagen se volvió tan viral, que ya tiene su propia cuenta y hasta buscaron a la diseñadora que creó este fantasmita al que la comunidad ya ha bautizado como “Gaysper”.

Este icono de fantasma está diseñado sobre el antiguo emoji que los teléfonos Android manejaban, sólo que con los colores de la bandera LGBT. La tienda Redbubble, es el resultado que aparece cuando haces búsquedas en Google sobre esta imagen, de la que se presume la diseñadora es una persona ubicada con el usuario es_Baiiley, que además vende tazas, pegatinas y camisetas con ese diseño.

Además, no sólo tiene productos del fantasma con los colores de la bandera LGBT, también vende diseños con los colores de la bisexual o transexual.

La mañana posterior a las elecciones, el emoji ya había sido adoptado como un icono reivindicativo e incluso fue usado por varios usuarios en Twitter como avatar.

Sin embargo, a pesar del positivismo con el que la comunidad LGBT combatió lo que era en un principio un mensaje de odio, cabe destacar que no es la primera vez que se apropian de un término o símbolo que pretendía usarse como insulto o agresión.

Por ejemplo, los términos como “marica” o “bollera”, eran usados para insultar a los integrantes lesbianas y gay de la comunidad LGBT pero ellos decidieron enfrentarse a esas palabras de odio con una actitud de reapropiación.

De esta manera, el proceso de reapropiación de términos o símbolos ha sido una manera que la comunidad ha encontrado para combatir los ataques constantes. La lingüista Lola Pons explicó este término de la siguiente manera:

“La clave es la fuerza ilocutiva. Los insultos son elementos que se codifican como ofensivos por cuestiones culturales. O sea, nada en una palabra la hace insultante de por sí, la hacemos nosotros. Cuando un colectivo se apropia de un insulto como rasgo propio destruye toda la fuerza ilocutiva de la palabra”, comentó.

Entonces, puede entenderse que este fenómeno de reapropiación de palabras o símbolos como el famoso triángulo color rosa invertido que era utilizado por los nazis para señalar a personas homosexuales ha sido sólo un poco de lo que la comunidad LGBT ha adoptado como suyo para darle a los que los atacan, un mensaje combativo distinto.

El emoji del fantasma multicolor ya fue bautizado por la comunidad LGBT

Últimos artículos

Artículos relacionados