Afirman que hay una “abstinencia generalizada” de sexo por la cuarentena obligada y el temor al contagio del coronavirus
Los expertos creen que se está experimentando una situación de angustia que hace decaer el apetito sexual.
En medio de la angustia que genera el confinamiento por el coronavirus, emerge un tema del que poco se habla en tiempos de bombardeo mediático: las relaciones sexuales en épocas de cuarentena. ¿Hay riesgos de contagio? ¿Qué pasa con el intercambio de besos, la respiración agitada, los cuerpos entrelazados?
Las últimas noticias sobre el virus que afecta a nuestro país y al mundo, hace coincidir a médicos psicoanalistas que “hoy el sexo es un tema que no está en un primer plano. Qué paradoja, no?, estamos aterrados y no se produce un clima que invite al amor. Creen que por la angustia reinante, se está produciendo una abstinencia generalizada”.
Contradictoriamente, remarcan, “la cuarentena obligada nos fuerza a estar más calentones y esa situación casi obliga a buscar más tiempo para compartir sexualmente. Pero insisten, si bien es una oportunidad que ofrece esta pandemia, la cabeza juega su partido aparte y a veces el erotismo no se hace presente”.
“La situación del temor al contagio lleva a la persona a los sentimientos más primarios, qué tipo de represiones están operando en la mente humana, qué tipo de tabúes se apoderan de nosotros… Evidentemente los pensamientos más primitivos se apoderan de nosotros para pensar en que no podemos entrar en contacto con otras personas por temor al contagio”.
Psicoanalistas concuerdan que “sacando las parejas estables bajo el mismo techo, todo lo demás está clausurado. Nada de encuetros ocasionales, buscar a alguien para satisfacer estos momentos de angustias, o si tienes pareja, nada de poliamor, trios y/o temas grupales. Serán tiempos de diálogos eróticos, de intercambio de fotos cachondas, de juegos masturbatorios por Internet o por Whatsapp, lo que sería el ideal para las parejas que no conviven o para quienes buscan encuentros ocasionales”.
Las parejas estables, que conviven, “son las que de alguna manera estarían a salvo para mantener relaciones sexuales, sabiendo que no hubo viajes al exterior recientes y que se mantuvo el protocolo de aislamiento que decretó el gobierno. Y la pareja que convive que tuvo relaciones ya está, porque intercambiaron besos, fluidos, cama”.
¿Qué sucede con las parejas estables que viven en casas distintas? “En estos momentos es imposible, porque desde que tenemos que aceptar lo que se instituye como una legitimidad para protegernos a todos, que es el aislamiento social, no salir de la casa. En ese sentido prima el principio de realidad”.
¿Qué importancia cobra en estos tiempos la autosatisfacción? ¿Y cuánto puede ayudar la tecnología? “Por un lado, en una primera impresión, se podría decir que crecerían exponencialmente, pero en momentos como los actuales, en la que estamos atravesando una necesidad de autoconservación ante un enemigo difícil de imaginar, es probable que se reduzca la necesidad sexual”.
Todo es muy prematuro, es difícil sacar conclusiones, estamos agazapados, atravesando una angustia que atenta contra el deseo sexual. Y otras veces podría suceder lo contrario y lo relanza. Depende de cada caso puntual”.
Hay mucha gente que en épocas de temor y zozobra necesita expresarse sexualmente de alguna manera por una necesidad de confirmar su condición de virilidad, mucho más en situaciones de una amenaza de muerte, como sucede actualmente.
Es complejo referirse a algo que está pasando ahora. “El vínculo coronavirus y sexualidad se está escribiendo en estos momentos, por lo que uno está agazapado, expectante a ver cómo será esta relación que no sabemos por cuánto tiempo se extenderá”.
Este tiempo de aislamiento puede ser productivo para esas parejas estables, que conviven y comparten un saludable erotismo, ya que encontraron más frecuencia para encontrarse. A la vez, agudizará los problemas que ya tenían aquellas parejas que no venían teniendo esa armonía necesaria para intimar.
“No hay posibilidad de otro tipo de encuentro sexual, cuando se trata de no moverse de casa, por lo que la gente que estaba acostumbrada a las relaciones ocasionales, el poliamor o el intercambio de parejas, deberá atravesar los distintos momentos de ansiedad, estrés y tensión que provoca esta pandemia, apelando a la autosatisfacción”.
Puede darse con frecuencia que muchos no se puedan conectar con su erotismo y se padezca una baja del líbido como resultado de la angustia que estamos viviendo, lo que llevaría al menos en los primeros tiempos a una baja productividad sexual”.
Lo que sí podemos afirmar, por el COVID-19; todos nuestros hábitos han cambiado y nada volverá a ser igual.
Y tú, cómo estás pasando este confinamiento?
Muy buen punto, solo esperar a que esto pase pronto.
Como la estoy pasando?
Como todos, la vida ha cambiado mucho y estamos supeditados a horarios y limitaciones.
No queda otra que esperar.
muy buen articulo como siempre