Uno de los conceptos más valorados socialmente es el de la madurez. Actualmente, hay determinadas conductas que se han asociado con la madurez: casarse, tener hijos, hipotecarse hasta las cejas… cada cual lo entiende de una manera y tiene su propia opinión. Sin embargo, a pesar de la disparidad de criterios, hay que admitir que en el mundo de las relaciones la asociación entre madurez y ser amigo de los exs se encuentra de lo más extendida. Y todos queremos ser la mar de maduros…
Pongamos por caso que un día, por ciencia infusa o por combustión espontánea, encuentras un novio. No, no pongas esa cara de incrédulo, que conocemos a gente que ha conseguido tener pareja y todo, y durante más de cinco minutos, no creas, que esas cosas pasan a veces, incluso en el País de Nunca Jamás Conseguirás una Pareja Estable. Resulta que un día vas y te enamoras y tienes novio. Muy fuerte. Y resulta que después de cierto tiempo, que puede oscilar entre los citados cinco minutos y prácticamente media vida, tu pareja llega y te dice:
—Cariño, lo siento, tenemos que dejarlo. Tenemos que dejarlo porque…*
*Los motivos pueden ser múltiples y muy variados, desde porque de repente no sabe qué quiere hacer en la vida a que ha conocido a un hipopótamo que ha conquistado su corazón, pasando por el de “he descubierto que quiero consagrar mi vida a aprender a tocar algu instrumento y no tengo tiempo para relaciones”. Muy de moda la última.
Y tú, con la señal del cuarenta y dos del zapato de tu novio en el trasero por la patada que te acaba de pegar, ojiplático y patidifuso escuchas que continúa y te suelta:
—Pero podemos ser amigos.
La amistad con los exs es un tema de lo más candente en los tiempos que corren. En primer lugar porque todo el mundo tiene un montón de exs, ya que se mantienen relaciones de noviazgo intensísimas hasta algunas superflúas. No es como antes, cuando uno tenía un ex o dos a lo sumo, y además tú te ibas a Bobo Bar y ellos a tomar donde sea. Ahora no, ahora, en la era de la comunicación, se refuerza mucho lo de mantener lazos porque sí, porque es una pena perder el contacto.
Por otro lado, la gente, en general, tiende a magnificar enormemente sus relaciones y a atribuirles una pasión desmedida que, por supuesto, no puede quedar en un simple “adiós”, sino que debe continuar durante toda la vida. Y es lógico, todos nos empeñamos en pensar que nuestras relaciones de amor han sido maravillosas, profundas y verdaderas, que nos hemos enamorado de verdad de las personas con las que hemos mantenido un noviazgo sin idealizarlas y que hemos construido algo bonito basado en la sinceridad, en el compañerismo y en la buena fe; en definitiva, en premisas que se parecen mucho a la amistad verdadera.
Salvando el hecho de que lo anteriormente expuesto, toda esa parafernalia sobre amores de película sinceros y arrebatadores basados en una relación pura, nos parece muy discutible en un número de casos bastante elevado un gran número de relaciones son confusas, idealizadas, superficiales, de conformismo, de pasatiempo y de necesidad, entre otras, las amistades tienen ciertas características, entre las cuales destacan la honestidad y la confianza.
Para que nos entendamos, incorporar a tu ex-novio a tus relaciones de amistad requiere ciertos sacrificios. Ser amigo de tu ex supone verlo de vez en cuando sin acordarte de toda su familia incluyendo difuntos y sin desear compulsivamente besarlo. Ser amigo de tu ex supone hacer cosas con él, como irte de juerga, tomar el sol en la playa o ver una película, sin que tengas continuos déjà vus que te recuerden en exceso a cuando estaban juntos.
Ser amigo de tu ex supone que tu ex, al ser tu amigo, tiene todo el derecho del mundo a hablar sobre lo que le venga en gana contigo, y eso incluye que te cuente que se ha levantado a otros sin que tú te muerdas el puño pensando que él está rehaciendo su vida mientras tú no. Ser amigo de tu ex supone que tu ex puede llamarte un buen día y quedar contigo para presentarte a su nuevo novio, con el que es más feliz que una perdiz. Ser amigo de tu ex también supone que tu ex puede llamarte y contarte su vida llorando en plan reality show televisivo porque su novio lo ha dejado y él continúa enamoradísimo y no puede vivir sin él y te pide que lo ayudes a recuperarlo. Ser amigo de tu ex consiste en todas estas cosas porque estas cosas son las que hacen los amigos: salen, entran, quedan, hablan de sus cosas, viven experiencias juntos y comparten sus penas y sus alegrías en una atmósfera de apoyo mutuo. ¿De verdad estás preparado para esto? ¿Por qué? ¿Y para qué?
Por otro lado, muchos de los que al dejar añaden eso de “podemos ser amigos” lo hacen, única y exclusivamente, para lavarse la conciencia y aminorar el golpe del abandono. Ellos lo sueltan y luego no hacen nada para cultivar esa supuesta relación de amistad. Porque esto no es como en el colegio, que uno se acercaba a Pepito y le decía “a partir de ahora vas a ser mi mejor superamigo” y que cuando uno se enfadaba le gritaba “ya no me junto contigo, y ya está. Las relaciones de amistad en el mundo adulto en el que se supone que vivimos se construyen a través de las experiencias y sentimientos compartidos en el tiempo y no porque llames a tu ex-novio una vez al mes para hablar de cosas tan relevantes como el calor que hace en Máncora o porque tienes un mal día y necesitas que te suba la moral cuando te confiese que sigue enamorado de ti como un bobo.
En el imaginario colectivo siempre surge ese nada práctico “pues qué pena, ¿no? Después de tantos años y lo que han pasado juntos, ahora dejar de verse y de hablar…” cuando una relación se rompe. Y se intenta por todos los medios dejar puertas abiertas, tender puentes, que las cosas no se acaben y simplemente se transformen. Por eso nos exponemos a pasarlo mal y a sacrificarnos por relaciones que, sencillamente, no existen. Lo que se tiene con los novios es amor. Lo que se tiene con los amigos es amistad. Se parecen, tienen características comunes, pero son cosas diferentes. Y es verdad que se puede tener una relación cordial y que es posible que con el tiempo, con el esfuerzo y si se producen unas circunstancias concretas, dos personas que han mantenido una relación de pareja de cierta intensidad puedan llegar a ser amigos. Pero también es verdad que forzar es una tontería, que hay cosas que han de surgir por sí solas, que hay penitencias y sufrimientos totalmente innecesarios y que la vida ya es lo suficientemente complicada como para que nos olvidemos de simplificar cuando la ocasión lo requiere.
Ciertamente, es una pena que las relaciones se rompan. A veces. Otras es una bendición.
tuve una relacion de 3 años con un tipo maravilloso, un gran ser humano, lamentablemente la pasion se acabo, caimos en la rutina y el trabajo nos fue absorbiendo poco a poco. ambos tomamos caminos distintos a pesar de vivir juntos, nuestras prioridades eran diferentes y uno de los dos tuvo que dar el primer paso para terminar esa relacion. Obiamente uno siempre quiere dar la ultima batalla, mientras que el otro ya dejó de luchar. Nos tomo algunos meses sanar heridas, perdonar, y seguir nuestros caminos, no fue facil, nos separamos, tome la desicion de salir de casa, ya que sino nunca se concretaria esa ruptura. Pasó el tiempo y hoy es mi mejor amigo, mi hermano, parte de mi familia, mi socio, en un negocio que tenemos juntos, mi vecino, el padrastro de mi hijo (mi perro), es quien cuida a mi mascota cuando debo salir de viaje, me aconseja con mis nuevas “relaciones”, me conoce a la perfeccion y es una de las personas mas importantes para mi, sin ser y tener una atraccion sexual. Nos costo, al principio nos dejabamos llevar y terminabamos durmiendo juntos, pero el tiempo fue poniendo todo en su lugar, fui quien encontro primero a otra pareja, a el le costo aceptarlo, pero finalmente el tambien siguio su camino y hoy el esta de novio con un chico con el que me llevo super bien. Se que no es de lo mas comun, pero es posible, si se toma con madurez…
Lo más sano es cortar de raíz y no dejas abierta alguna ventana ( cero contacto, ni con sus amigos), lamentablemente las rupturas son dificiles pero como dice el articulo en algunos cas es una bendición
El tema de los “Ex” es complicado, más aún cuando no se sabe si eres o no; o estás o no estás e ahí la situación cuando uno termina dándose cuenta que la relación que hay no va a ningún sitio o en cualquiera de los casos, te das cuenta que cuando todo parece estar bien resulta que no, está todo mal detectas que anda metido en los chats, hablando por teléfono o enviando sus fotos desnudo a otras personas, pasé por una situación cómo ésta, sentí que el mundo se me vino abajo no podía trabajar realmente tuve que ir al médico tomé pastillas por una semana no lloraba simplemente era esa decepción, hablé con él, le pregunté porqué dijo que no era de nadie o era de todos era libre que ya era tiempo de cambiar que era lo mejor, ni siquiera para estar con una mujer porque es bisexual, sino para estar con otro hombre, la verdad que no estuve preparado para escuchar eso, en fin ése es el tema, te sientes destrozado saber hasta qué punto éso puede herir los sentimientos de una persona después de haber entregado tanto cariño o sentir que uno se ha esforzado, se echó a perder. El hecho es que ahora no somos pareja pero somos como una especie de amigos con derecho, corté todos ésos detalles que existen dentro de una relación de pareja ni un saludo por su cimpleaños me costó ser indiferente y parece que a él le chocó ésa actitud es loq ue quiso y hay que darle a la gente lo que quiere, es importante darse un lugar primero está la persona el respeto asímismo el amor propio.
Ex (relaciones)
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En las relaciones sociales, un ex es alguien que no puede ser tu amigo, con quien una persona estuvo asociada alguna vez. Proviene del prefijo «ex», cuando se utiliza con sustantivos que denotan una relación sexual o romántica (exesposo, exnovia, expareja).1
El sustantivo «ex» es invariable en género («su ex era inteligentísima») y número («mis ex se parecen entre sí»).1