¡Sí! Así como lo lees, y no lo acabamos de inventar. Hay una investigación que sustenta esta afirmación: tener un amigo gay te hará una mejor persona.
Hace poco una investigación de Fortune 500 afirmó que el talento diverso hacía más productivas a las empresas. Y ahora un nuevo estudio realizado por un catedrático de la Universidad Estatal de Pensilvania muestra que las personas que tienen un amigo o conocido LGBT+ se muestran más abiertas a cambiar su forma de pensar.
Daniel DellaPosta es profesor de sociología en la Universidad Estatal de Pensilvania. DellaPosta buscaba hallar evidencia empírica acerca de los cambios de actitud de la sociedad respecto a la comunidad LGBT. Por lo que Daniel revisó datos de encuestas sociales aplicadas en Estados Unidos de 2006, 2008 y 2010 —dichas encuestas han sido aplicadas desde 1972—.
El resultado del análisis de DellaPosta, titulado Relaciones gays y actitudes hacia la homosexualidad: una prueba conservadora, mostró que en 2006 y 2008 las personas con al menos un conocido LGBT se mostraban abiertas al matrimonio igualitario. En 2006, el porcentaje de personas que tenían alguna relación con una persona LGBT y apoyaban el matrimonio entre personas del mismo sexo era de 45%, pero para 2010 esa cifra aumentó a 61%.
Teoría de contacto
Daniel DellaPosta, quien es abiertamente gay, explicó este fenómeno como la “Teoría de contacto”. En entrevista para la NBC, DellaPosta afirmó que este fenómeno se debe al contacto que mantienen las personas con miembros de la comunidad; al tener vínculos con esta población, su manera de pensar cambia, se muestran más abiertos y brindan su apoyo a los derechos LGBT
Cabe mencionar que esta teoría y estudio NO significa NI MUESTRA que al tener alguna relación con una persona LGBT, la otra persona se “volverá” LGBT. Esto sería imposible porque no es algo que una persona elija ser. Simplemente, al tener algún lazo de amistad o convivencia con un LGBT, la perspectiva de las personas cambia y se vuelven tolerantes. Daniel comentó al respecto:
Cuando repentinamente tienes que interactuar con alguien de un ‘grupo externo’ como individuo, te ves forzado a dejar tus prejuicios.
Desde luego que esto no es suficiente para cambiar la mente de las personas más homofóbicas; sin embargo, cuando una persona que aún mantiene prejuicios tiene convivencia con la comunidad, deja estos atrás y se convierte en un aliado. Y lejos de eso, se vuelve una persona tolerante, que respeta y defiende los derechos y las libertades de los demás.