Prohíben puesto de Chic-Fil-A en aeropuerto en Texas por presunto “comportamiento anti-LGBT”

La popular empresa de comida rápida fue negada un permiso para abrir un restaurante en el aeropuerto internacional de San Antonio.

El Concilio Municipal de San Antonio votó recientemente para impedir que el restaurante de comida rápida Chick-fil-A abriera un local en el Aeropuerto Internacional de San Antonio, citando lo que consideran un “legado de comportamiento anti-LGBT” de la compañía.

Los concejales de la ciudad en Texas votaron 6-4 el jueves pasado a favor de un acuerdo de vendedores de comida en el aeropuerto internacional local que incluye cadenas como Smoke Shack BBQ y Boss Wood Fired Bagels and Coffee, entre otros, siempre que excluya a Chick-fil-A.

La votación se dio un día después de que saliera a la luz que Chick-Fil-A donó $1.8 millones a grupos que discriminan en contra de la comunidad LGBTQ en 2019, según reportó el medio Think Progress.

Este martes, el concejal Greg Brockhouse envió una carta a la empresa para disculparse por el voto que excluye a Chick-Fil-A de entrar en un nuevo contrato junto con otros ocho vendedores.

“Las recientes acciones de nuestro Concilio no reflejan la abrumadora creencia en nuestra Ciudad de que ustedes son un valioso socio comercial y comunitario. A pesar de la apariencia de esta decisión, San Antonio es una ciudad acogedora que valora la diversidad, la fe y la inclusión”, escribió el concejal Brockhouse en su carta.

El concejal Roberto Treviño, un fuerte defensor de la decisión, explicó que la votación reafirma los esfuerzos de la ciudad para ser un ejemplo de igualdad e inclusión.

“No tenemos espacio en nuestras instalaciones públicas para negocios con un legado de comportamiento anti-LGBTQ”, dijo el concejal Treviño.

Por su parte, el alcalde Ron Nirenberg – quien votó para negarle el permiso a Chick-Fil-A – indicó que la decisión también fue tomada en base a que el restaurante no opera los domingos, día que la empresa reserva para rendir culto a la fe cristiana.

“Quince por ciento del volumen en el aeropuerto ocurre en un domingo y queremos asegurarnos que haya un restaurante que abra todos los días”, precisó el alcalde Nirenberg.

La senadora Donna Campbell, del Distrito 25 de Texas, dijo que la decisión del Concilio “está fuera de los valores estadounidenses y sigue una tendencia peligrosa en la que los gobiernos locales utilizan el poder para castigar a quienes tienen creencias religiosas o políticas diferentes a las suyas”.
Por su parte, el senador Ted Cruz calificó la acción como “ridícula”.

Una portavoz de Chick-Fil-A dijo a NBC News que la compañía no tuvo la oportunidad de aclarar “percepciones equivocadas” pero que “sugerir que las donaciones fueron para apoyar una agenda política o no inclusiva es incorrecto y erróneo”.

“Estamos de acuerdo con el concejal en que todos deben sentirse bienvenidos en Chick-fil-A”, dijo la portavoz. “De hecho, hemos recibido a todos en San Antonio en nuestras 32 tiendas locales durante más de 40 años”.

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