¡Madre solo hay una! Todas las mamás son verdaderamente únicas. Pero muchas mamás con hijos LGBT son maravillosas. Aquí te presentamos a algunas.
La madre es ese ser angelical que a veces nos da amor y otras nos da con la chancla. Cuando salimos del clóset, esta sagrada mujer puede tomar diferentes actitudes: unas muy padres y otras quizás no tanto. Sin afán de ofender a las progenitoras, en esta nota te presentamos algunos tipos de mamás de los LGBT.
Mamá buena onda
La mamá buena onda es muy relajada. Esta es la mamá que cuando sales del clóset te apoya y lo toma de la mejor manera. Si llevas a tu novio o novia a la cena de Navidad, hasta recalentado le da. Tener a la mamá buena onda es de lo mejor que te puede pasar, porque prácticamente te deja ser quien eres y no se mete para nada en tu vida, excepto quizá para salir un día contigo y tu pareja.
Madame Sassu
Bien dicen que nadie te conoce mejor que tu madre. La mamá Madame Sassu es esa que sabía que eras LGBT desde mucho antes que salieras del clóset. De hecho hasta en ocasiones ella lo sugería, pues sabía perfectamente a quién amaba su retoño. A la hora de contarle la verdad y decirle que perteneces a la comunidad LGBT, el sorprendido en realidad fuiste tú, no ella. ¿Creías que no se iba a dar cuenta?
La que no se da cuenta
Esta madre es lo contrario de la que sabía eres LGBT antes que tú, o bueno eso dice. La mamá que no se da cuenta es esa que por más que tú le digas y le aclares que lo tuyo es abrazar al arcoíris y ser LGBT, nomás no entiende. Esta mamá sabe muy bien la orientación sexual de su bendición, pero prefiere hacerse de la vista gorda y seguir presumiendo a las tías a la nuera o yerno ficticios con tal de que no le pregunten más.
Mamá activista
La mamá activista es un ser humano maravilloso que defiende a sus hijos a más no poder. Aparte de abrazarte como una persona LGBT+, se une a ti en la lucha de los derechos. Esta mamá está orgullosa de su hijo por ser quien es, entiende perfectamente que amor es amor y eso es lo único que importa. Tener una madre que no solo te apoye por ser homosexual, sino que también te defienda y ayude en la lucha por tus derechos, ES ORO.
La señora católica
Esta es la mamá más difícil de todas. Tener a la señora católica como madre puede resultar un verdadero problema si eres LGBT. Aunque sea la mujer que te haya traído al mundo, no entiende por qué amas a la persona que amas. Muchas veces te chantajea o trata de “hacerte cambiar” ya sea para que vuelvas al clóset o bien para que te “vuelvas” heterosexual. Debes entender que si tu mamá es así y no pretende cambiar o abrirse un poco, lo mejor es alejarse. Ojo: no rechazarla, pero sí mantener una distancia sana.