De pronto me quedo pensando en mi vida sexual a los 20, a los 30, a los 40 y… les cuento.
Agárrate y siéntate porque de esto nadie se salva. Sí, la lívido baja, la calentura deja de ser lo que rige tu vida y empiezas a usar la cabeza de arriba para tomar decisiones. Pero… ¿será algo malo o algo para lamentarse?
Seguramente si tienes 20 años estás temblando de miedo a que los años pasen, porque crees que sin sexo no valdría la pena vivir. Si tienes 30, te ríes porque crees que todo esto es un mito (etapa de negación) y que a ti no te va a suceder (pero te quedas pensando). Si ya tienes 40, el tema te resulta interesante, te pones reflexivo y esbozas una pequeña sonrisa irónica dando un poco la razón, y si ya eres un cincuentón… o te vale madres el tema o con tu humor más negro te ríes o de plano dejas de leerme. Todo tiene que ver con la forma en la que vamos asimilando la edad, la vida y el paso del tiempo. También tiene que ver con la personalidad de cada individuo.
Esta plática salió porque como a los 40 años es muy común que se te empiece a caer el pelo y que todavía te importe, recurres a tratamientos médicos para conservar tu cabellera el mayor tiempo posible. Bueno, estaba yo sentado en el sillón del consultorio del doctor cuando de pronto se acercó y me preguntó: ¿cómo te va en tu vida sexual? Me reí y le respondí: Vaya, no es igual que a los 20, pero no tengo ningún problema. Entonces me platicó que muchos pacientes le preguntan angustiados si su tratamiento les puede bajar la lívido o no porque notan que ya no tienen el mismo deseo sexual que a los 20 y quisieran seguir cogiendo como conejos todo el día. Mi comentario fue: Si ya no sienten el mismo deseo sexual, ¿entonces cuál es su conflicto? Si no hay deseo, si no tienen ganas, ¿cuál es el problema? ¿qué es lo que les frustra? A mi me frustraría quererme encamar con alguien y no tener erección, por ejemplo. Pero si lo que se me antoja es echarme a ver la tv y comer palomitas, ¿por qué me iba a frustrar no estar cogiendo en ese momento?
La mayoría de la gente tiene el mal hábito de pensar más en lo que no tiene que en lo que sí tiene y podría disfrutar.
“QUIEN SE AFERRA AL PASADO SIEMPRE SUFRE, QUIEN SE RESISTE AL CAMBIO SE AMARGA, QUIEN SE COMPARA CON LOS DEMÁS, DEJA DE VIVIR SU PROPIA VIDA”.
Con los años nuestras prioridades cambian. El sexo siempre está presente pero deja de volverse una obsesión, una adicción. Si esto no cambia, entonces creo que hay cierto desequilibrio en la persona. Ahora, si tienes 100 años, quieres tener sexo todo el día y eso te hace muy feliz, pues llégale, ¡bien por ti! Pero si lo haces solo por costumbre, para no sentirte solo o queriéndote aferrar a tu etapa de Don Juan, entonces no creo que se pueda disfrutar tanto y muy al contrario, empieza a sufrirse como cualquier tipo de adicción. Cuando algo, alguna condición es más fuerte que tú, cuando te rebasa, entonces ya no te está haciendo bien.
En la generalidad, cuando uno está soltero lleva una vida sexual mucho más activa. Cuando tienes pareja, al principio el sexo es recurrente y resulta imprescindible, pero con el paso de los años esto va cambiando y lo que une a la pareja va mucho más allá de la piel. Hay sexo pero no es la base de la relación.
Al ser humano le excita lo desconocido, la novedad, por lo que es natural que la pareja deje de ser el objeto de deseo y se convierta en el amor entrañable. Si en el fondo todos deseamos vivir en paz, ¿por qué cuando alguien te da esa paz se piensa que algo anda mal? Cada pareja decide la forma en la que quiere vivir su relación. Hay relaciones monógamas, hay relaciones abiertas y también existe el poliamor. ¿Cuál es la mejor opción? La que le funcione mejor a cada pareja. La comunicación es la base de todo.
La juventud, los 20 se viven desenfrenadamente, es la etapa perfecta de nuestra vida para experimentar, descubrir, probar, hacer dramas y casi aventarse por la ventana cuando el ligue en turno desaparece.
Los 30 son una etapa en la que uno ya experimentó y sacó algunas conclusiones, sigues experimentando pero ya no todo te cae de sorpresa, ya sabes de lo que se trata.
Los 40 son la conclusión de los 30 y los 20. Ya sabes quien eres, ya conoces mucho de la vida y entonces viene una gran disyuntiva:
O sigues creciendo y descubriendo nuevas cosas en la vida o quieres echar reversa y repetir tus experiencias de juventud (cosa que resulta imposible). Puedes hacerlo, pero te aseguro que las consecuencias serán mayores que cuando tenías 20 años.
Los 50 todavía no los vivo. Me encantaría que algún cincuentón o mayor nos compartiera lo que opina de su edad.
Lo importante creo que es disfrutar cada etapa de la vida, tener la libertad de explorar lo que uno considere necesario, fluir con los cambios y disfrutar el sexo cada que se tenga, que no tienen nada de malo.
Si vives pensando en sexo, tu vida girará siempre en torno al sexo. Si reconoces que en la vida hay otras cosas igualmente maravillosas, tu vida se diversificará y se enriquecerá de vivencias, emociones y sensaciones que te harán crecer como persona y elevarán tu espíritu.
A mis 25 años la cola me dominaba, regía mi vida. Vivía siendo la consecuencia de mis debilidades. A los 44 años yo decido qué hacer con mi cola y asumo las consecuencias. Esa es la gran diferencia.
Perdón por ser tan explícito, pero hay que ser claros.
Creo que esa es la diferencia del sexo a los 20, 30, 40. A los 20 y 30 el sexo te controla y de los 40 en adelante, tú controlas el sexo.